El ateo y el creyente. Son lobos de una misma camada.

La voz del Dios no se oye de fuera,
sino de dentro.
Ese dios no sé quién es. 
Pero no es el dios sólo para cristianos ni otros creyentes.

El mensaje del Dios viene como un rayo de luz.
Adentro del corazón.
Creo que toda la gente convive con el Dios.
O sea se conecta con el Dios.
Si no le quiere no es el Dios. 
Pero algo muy luminoso o algo muy grande.
Y podemos escuchar algo de ahí.
Si creemos eso,
me parece que podemos relacionar 
con algo que viene del centro del universo.

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